PASIÓN POR LA HISTORIA Despegar paginas acartonadas y amarillas por el paso de los siglos, Tocar papel que ha sido tocado por otras manos hace cientos de años o leer las palabras escritas con trazos imprecisos de otra época es único. Buscar los nombres de aquellos que conforman nuestro origen es extraordinario, pero lo verdaderamente increíble es encontrarlos, saber que están ahí, que a pesar del paso de los años y de los siglos pueden ser rastreados... sólo hay que saber buscar. En breve les iremos contando algunas de nuestras experiencias en estos apasionantes viajes al pasado. ¡Estén atentos!
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Si tienes ganas de conocer el origen de tu apellido, de dónde vienen tus antepasados, saber si tus raices se encuentran en las islas o procedes de otros lugares que no imaginas, no dudes en lanzarte. Tú mismo puedes comenzar a realizar la investigación que despeje todas estas dudas o curiosidades. Para ello, sigue estos sencillos cuatro pasos: 1. Lo primero que debes hacer es comenzar a preguntar a tu familia. Por supuesto empieza por los mayores, es posible que no podamos tenerlos mucho tiempo junto a nosotros. Hay que aprovechar toda su experiencia, preguntarles por los nombres que recuerdan e intentar adentrarnos en sus vivencias, porque esos testimonios orales pueden ser la última información para conocer a nuestros parientes lejanos. Podemos saber dónde vivían, cómo eran físicamente, qué les gustaba hacer, a dónde viajaron, qué carácter tenían, a qué fiestas iban, dónde trabajaban, cómo reían...datos que normalmente no encontramos en la documentación escrita antigua. Pero no siempre tenemos por qué recurrir a los mayores de las familias. Muchas veces primos, tíos o padres tienen información muy valiosa sobre nuestros antepasados que desconocemos. ¡No lo dejes pasar y pregúntales! 2. Una vez que nos hemos imbuido de la historia de nuestra familia más reciente a través de los recuerdos que aún podemos conocer, toca ser sistemático y apuntar todo lo que podamos. No olvides apuntar correctamente los nombres con sus apellidos, y muy importante, el nombre por el que se le conocía, ya que no siempre coincide. Suele ocurrir que el nombre que figura en el registro de nacimiento o bautismo es diferente al nombre por el que todo el mundo lo conocía, pero en origen puede que aparezca registrado ya sea en su matrimonio o defunción y es una pista importante. Apunta lugar de nacimiento, traslados de domicilio, profesión, etc. Todo es importante para comenzar a rastrear el origen de nuestros apellidos. La próxima entrada continuaremos comentando los dos siguientes e imprescindibles pasos para realizar esa empresa maravillosa que es redescubrir nuestra historia familiar. |
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Enero 2019
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